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El líder excelente: ser, hacerse y reconocerse. Teresa Perales y Valentín Fuster

¿Qué tienen en común un cardiólogo que ha salvado miles de vidas y una nadadora paralímpica que ha conquistado los podios internacionales? Valentín Fuster y Teresa Perales, dos figuras de renombre mundial, encarnan un liderazgo que va más allá de los éxitos visibles. Ambos representan un enfoque integral del liderazgo, que se construye en tres pilares: Ser, Hacerse y Reconocerse. Desde el autoconocimiento hasta el impacto en los demás, sus lecciones nos invitan a reflexionar sobre qué significa realmente liderar.

SER: el líder nace desde la autenticidad

Ser un líder no se reduce a tener una posición de poder. Se trata de tener claro quién eres, cuáles son tus valores y cómo te relacionas con los demás. Tanto Fuster como Perales coinciden en que, para liderar, primero debemos liderarnos a nosotros mismos.

Valentín Fuster, uno de los cardiólogos más reconocidos a nivel mundial, lo explica de forma clara: “No creo que se pueda ser un buen líder si no te gustan las personas, si no desarrollas la empatía y si no trabajas desde el equipo”. Según él, el liderazgo no se impone, se construye con las personas. “Diriges con el ejemplo”, afirma Fuster. Si su equipo empieza a trabajar a las cinco de la mañana, él también lo hace. Porque para él, el liderazgo es primero una cuestión de integridad y cercanía, no de dictar órdenes desde una oficina alejada.

Por su parte, Teresa Perales, la deportista paralímpica más laureada de la historia de España, habla desde la resiliencia. Su neuropatía la dejó en silla de ruedas a los 19 años, pero no le impidió seguir adelante. Perales enfatiza la importancia de no dejarse vencer por las circunstancias. “Empiezas a fracasar cuando dejas de intentarlo”, comenta. Ser un líder, para ella, significa enfrentarse a los desafíos sin miedo al fracaso, entendiendo que el éxito empieza con el compromiso con uno mismo.

HACERSE: el líder se construye con esfuerzo y constancia

El liderazgo no es un punto de partida, sino un viaje de crecimiento y desarrollo constante. Fuster y Perales son claros ejemplos de cómo un líder se forja a través del trabajo diario, el aprendizaje continuo y la capacidad de superar obstáculos.

Fuster, que dirige equipos en Madrid y Nueva York, y ha superado los 80 años manteniendo una rutina de trabajo intensa, insiste en que rodearse de personas mejores que uno mismo es clave. “El éxito es lograr lo que de verdad puedes lograr y rodearte de profesionales mejores que tú”, señala. Para él, ser un líder implica aceptar que no lo sabes todo, pero estar dispuesto a aprender cada día.

En el caso de Perales, la idea de hacerse como líder está intrínsecamente ligada a la superación personal. Tras dos décadas de competición, una luxación en el hombro le impidió mover el brazo izquierdo, lo que complicaba enormemente su rendimiento en el agua. Sin embargo, Perales no dejó que esta limitación le impidiera seguir adelante. Aprendió a nadar con un solo brazo y, en tiempo récord, se preparó para competir en los Juegos Paralímpicos de París 2024, donde volvió a ganar una medalla. Para ella, el liderazgo implica adaptarse a las circunstancias, sin excusas: “No hay dos deportistas iguales, y el liderazgo tiene que adaptarse a la diferencia”.

teresa perales y valentin fuster

RECONOCERSE: el líder que sabe valorar y agradecer

El tercer pilar del liderazgo excelente es reconocerse. Un buen líder no solo debe ser consciente de su camino y sus logros, sino también de los de los demás. Tanto Perales como Fuster subrayan la importancia de la humildad y el reconocimiento, no solo hacia los demás, sino también hacia la vida y sus oportunidades.

Fuster tiene claro que el éxito no es solo el resultado de un esfuerzo individual. “El éxito es rodearte de profesionales mejores que tú, lograr lo que de verdad puedes lograr… y reconocer el papel de la buena suerte en lo que has conseguido”. El prestigioso cardiólogo no duda en reconocer que la suerte ha jugado un papel en su trayectoria, pero también es consciente de que la clave está en saber aprovechar las oportunidades cuando aparecen.

Perales, por su parte, comparte una visión similar, aunque su historia personal la lleva a profundizar en el agradecimiento. “Comprender que el origen no determina siempre tu destino” es, para ella, uno de los aprendizajes más importantes de su vida. Recuerda cómo su padre falleció de forma repentina, una tragedia que marcó su vida, pero no la detuvo en su camino hacia el éxito. Para ella, el liderazgo también consiste en aceptar que la vida te pone pruebas, y que lo importante es cómo respondes a ellas.

Reflexiones para líderes de todas las edades

Tanto Teresa Perales como Valentín Fuster tienen mensajes valiosos para los líderes de todas las generaciones. Durante el XX aniversario del Programa de Liderazgo para la Gestión Pública del IESE, ambos compartieron sus consejos con cientos de antiguos alumnos, destacando que el liderazgo excelente no tiene edad ni tiempo, sino compromiso con el crecimiento personal y el impacto social.

Perales enfatiza la importancia de mantener la mente abierta y de aprender de los demás: “Siempre hay gente que puede guiarnos y de la que podemos aprender”. Además, recordó a los asistentes que la excelencia es un proceso largo, que requiere dedicación constante: “Los estados de máxima concentración y creatividad profesional muchas veces solo ocurren después de 10.000 horas de entrenamiento en una piscina”.

Fuster, por su parte, resumió su visión del liderazgo en cinco consejos clave:

  1. Conoce y desarrolla tu talento.
  2. Déjate guiar por tus mentores.
  3. Trabaja en equipo y desde el equipo.
  4. Haz una sociedad mejor con tu trabajo.
  5. Y no te conformes con ser resiliente. Más bien lucha, lucha ¡y vuelve a luchar!

 El liderazgo, tal como lo entienden Perales y Fuster, no es una cuestión de títulos o medallas. Es un viaje de autoconocimiento, esfuerzo y reconocimiento hacia los demás. Un viaje que requiere compromiso, humildad y, sobre todo, una profunda dedicación al bienestar colectivo.

 

En un mundo cada vez más enfocado en los resultados inmediatos, estas lecciones nos recuerdan que el liderazgo excelente se basa en el proceso, no solo en la meta. Los programas para directivos y máters del IESE te ayudarán a desarrollar las habilidades necesarias para convertirte en el tipo de líder que el mundo realmente necesita.

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