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Cómo cuidar tu visibilidad en la empresa

Aunque mucha gente suele afirmar que no le importa lo que piensen los demás, lo cierto es que los humanos somos seres sociales. Y, por ello, necesitamos ser visibles para nuestro entorno más cercano, tanto en el ámbito familiar como en el laboral.

En el mundo de la empresa, eso significa que quieres que vean tu trabajo, que aprecien tus cualidades como profesional y que se valore tu compromiso. No se trata de vanidad, sino de sentido de pertenencia y motivación. En cualquier nivel de la organización, todos necesitamos ese reconocimiento por parte de nuestros jefes y compañeros para sentirnos útiles y rendir mejor.

De hecho, un estudio del profesor del IESE Sebastien Brion señala que los empleados de mayor estatus tienden a esforzarse menos en aquellas tareas que los demás no ven. Mientas que, cuando tienen audiencia, mejoran su rendimiento para estar a la altura de las expectativas.

Por otro lado, la expansión del trabajo híbrido y la creciente diversidad de las plantillas presentan hoy retos inéditos para cuidar nuestra visibilidad. Hay nuevas maneras de ser y de hacer visible a un profesional. Y la presencia de distintos perfiles en un equipo implica que no todos van a querer o poder ser vistos ni de la misma forma ni al mismo tiempo.

Además, la visibilidad hay que administrarla bien. Aunque la mayoría de sus efectos pueden ser muy positivos para tu carrera, también existen algunos riesgos que debes tener en cuenta.

Beneficios y riesgos de hacerte más visible en el trabajo

Recibir un mayor reconocimiento por tu trabajo, tus competencias o tu compromiso en la empresa es, en principio, una buena noticia ya que te puede ayudar a:

  1. Aumentar tu credibilidad e influencia en la organización, que son dos de los grandes pilares del liderazgo.
  2. Acceder a nuevas oportunidades o posiciones, desde ascensos o mejoras salariales a nuevos retos y proyectos innovadores.
  3. Alcanzar un networking muy valioso, dándote a conocer entre perfiles de alto nivel o responsables de otros departamentos.
  4. Disfrutar más de tu posición, lo que se puede traducir en más motivación y rendimiento.

Gestionar bien este reconocimiento – manteniendo los pies en la tierra – te ayudará a sortear los principales riesgos asociados a una visibilidad excesiva. En definitiva, no quieres que la presión sobre ti se multiplique, ni que se vuelva inasumible la carga de trabajo, ni crear graves fricciones con otros profesionales que se sientan invisibles a tu lado.

¿Para qué necesitas que te vean en tu organización?

En realidad, no hay dos perfiles que quieran conseguir exactamente lo mismo cuidando su visibilidad en la empresa. La diversidad actual de los equipos implica también agendas muy diferentes. Por eso es tan importante que identifiques claramente tus objetivos antes de iniciar cualquier maniobra para hacerte más visible:

  • ¿Quieres conseguir una promoción o un aumento salarial?
  • ¿Necesitas que te aprueben una nueva incorporación en tu equipo para poder delegar parte de tus tareas y centrarte en las que añades más valor?
  • ¿Te sientes estancado en tu carrera y buscas nuevos retos?

Seguramente, tu propia agenda también cambiará mucho dependiendo de la etapa vital o profesional en la que te encuentres. Los objetivos de la nueva visibilidad no suelen ser los mismos para alguien que acaba de tener un hijo, para una joven incorporación pidiendo paso a toda velocidad o para un profesional veterano que se siente olvidado.

Claves para impulsar tu visibilidad en la empresa

Una vez identificados tus objetivos y analizadas las ventajas y los retos de la visibilidad, es hora de ponerse manos a la obra. Estos pasos pueden ser un buen punto de partida:

  1. Participa en reuniones y proyectos de manera activa. Tu voz se tiene que oír alta y clara, debes realizar un trabajo sobresaliente y afianzar tu reputación como un miembro fiable y necesario para el equipo. Acércate a profesionales con alto potencial que también intentan aumentar su visibilidad. La unión hace la fuerza.
  2. Comprende las prioridades de las personas que quieres que te reconozcan. Debes anticiparte, escuchar sus necesidades y aportarles lo que más valoren en cada momento. Ten en cuenta que lo que más valoren no será siempre lo que tú crees que deberían valorar.
  3. Justifica tu visibilidad con nuevas habilidades o con una clara intención de desarrollarlas. Estas habilidades las puedes demostrar con tu trabajo, reforzando cualidades que posees pero que nunca has puesto en práctica en la oficina, o con tu disposición a asumir nuevos proyectos y a recibir formación en áreas estratégicas.
  4. Muestra amabilidad, empatía y generosidad. ¿Te gustaría que alguien reclamase tu atención siendo más agresivo con sus compañeros? A tus jefes tampoco. Por eso, una actitud amable, generosa y cercana será mucho más efectiva en tu estrategia para aumentar tu visibilidad. 

El tipo de visibilidad que necesitas cultivar también va a depender de quién quieres que te reconozca. No es lo mismo llamar la atención de personas en un nivel similar al nuestro que de nuestro jefe o de un miembro de la alta dirección. Si tus objetivos pasan por atraer la mirada de la cúpula de la empresa, debes tener en cuenta algunas peculiaridades:

  • Intenta establecer relaciones en los órganos claves de la organización y formar parte de proyectos que afecten a varios departamentos.
  • Busca y propón soluciones innovadoras a problemas que llevan tiempo sin resolverse.
  • Piensa y actúa siempre de manera estratégica.
  • Vincula tu crecimiento con el de tu equipo y el de la organización.
  • prudente con tus superiores inmediatos para que no se sientan traicionados.

Cómo ser más visible en entornos híbridos o virtuales 

Finalmente, tendrás que adaptar tu estrategia de visibilidad al escenario en el que te muevas, es decir, dependiendo de si es totalmente presencial, híbrido o completamente virtual. Ya que, obviamente, no es lo mismo que puedan verte cara a cara todos los días que basar tus interacciones en videollamadas. En este contexto, deberás adaptar las recomendaciones anteriores a dos particularidades relativas a tu audiencia:

  1. ¿Está en la oficina o teletrabajando? Debes conocer los momentos previstos para el trabajo remoto y presencial en tu organización. Recuerda que quieres hacerte visible ante personas específicas y transmitir eficazmente tu mensaje. Y, para ello, debes conocer antes el medio en el que te vas a comunicar.
  2. ¿Cómo puedo ayudar? Cada nivel de la organización se enfrenta a problemas diferentes cuando trabaja en entornos híbridos o virtuales. Y tú puedes aprovecharlos para mejorar tu nivel de visibilidad con iniciativas y gestos que les hagan la vida más fácil:
    Normalmente, los altos directivos necesitan mejorar la coordinación estratégica de áreas grandes y dispersas, además de cuidar el bienestar y el compromiso de todos los empleados. En cambio, los directivos intermedios tienen como prioridad agilizar determinadas comunicaciones, gestionar la productividad de sus equipos día a día y atender sus inquietudes. Por último, el resto de los empleados deben seguir comunicándose y colaborando, manteniendo un buen ambiente y evitando interrupciones molestas.

 

Navegar entre el miedo a venderte y luchar por la visibilidad que crees que mereces no es sencillo. Pero lo que no se conoce no existe. Y, si no lo intentas, corres el riesgo de que tu mérito profesional siempre acabe quedando oculto tras tu discreción. Los programas para directivos del IESE te ayudarán a hacer más visibles tus cualidades como líder para seguir avanzando en tu carrera y tener un mayor impacto en tu organización.

¿Quieres ganar visibilidad? Cultiva tu marca personal

Hacerte más visible en una organización pasa inevitablemente por desarrollar y dar a conocer tu propia marca personal, es decir, una imagen sólida y reconocible que te ayude a construir una reputación que transmita credibilidad y compromiso. Puedes empezar siguiendo estos consejos:

  • Busca tu esencia como marca. Pregúntate cuál es tu propósito en la organización, tu visión, tu misión y tus valores.
  • Identifica qué marca tienes actualmente. Busca en tu entorno feedback constructivo que te ayude a descubrir tu punto de partida.
  • Diseña tu propuesta de valor. Fija tu atención en aquello que hace que tus cualidades, trabajo y compromiso sean únicos.
  • Construye tu identidad de marca. Crea un relato sobre tu yo profesional y una forma de comunicarlo.
  • Prepara una estrategia de comunicación. Piensa qué mensaje vas a transmitir, a quién se lo quieres contar y en qué contextos o canales.

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