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Elena Betés. De soñar con una cultura diferente a fundar Rastreator. Historias de éxito

Elena Betés es CEO de Dide.org, vicepresidenta de Educación en Red Ventures en Estados Unidos, fundadora de Rastreator y MBA del IESE. Tiene dos hijos.

Elena Betés, fundadora del comparador y bróker de seguros Rastreator, cree que los “fracasos han sido muchísimo más importantes que los éxitos” en su carrera. “El motivo es que he aprendido mucho gracias a ellos. Sobre todo, he aprendido a resistir”, aclara. 

Pero ocurrió algo muy importante antes de aquellos fracasos: se dio cuenta de que el entorno de trabajo de una gran consultora internacional como Arthur Andersen no era para ella. Había experimentado los techos de cristal y había comprobado que aquel no era su mundo: “Quería vivir en un entorno donde fuese yo quien pusiera las reglas”, recuerda.

Fue entonces cuando decidió cursar un MBA en el IESE, porque pensó que era la mejor forma de aprender a emprender o, por lo menos, de aclarar sus ideas sobre lo que significaba montar un negocio. La primera empresa de Betés, PuntoSeguro, nació gracias a los fondos de amigos, familia y compañeros del máster. Fue el primer comparador y bróker online de seguros nacido en España.

“El negocio no escalaba a la velocidad que esperábamos y, además, lo encadené con otra empresa idéntica que monté en Alemania, respaldada por un conglomerado europeo, y quebró”, explica Betés. Fue un momento que la llevó a reflexionar y a preguntarse “si realmente quería seguir intentándolo”.

Sin embargo, una vez decidida, cambió su mentalidad: “Se me quitó el miedo a fracasar y empecé a sentirme como si ya no tuviera nada que perder”. Además, la manera en que los demás apostaban su dinero por los proyectos que quería liderar comenzó a llenarla de confianza: lo mejor estaba a punto de llegar.

La fundación de Rastreator

Y llegó Rastreator o, mejor dicho, Betés la fundó aparentemente en el momento más difícil. Era 2008 y la crisis financiera internacional se extendía por todas partes como un gigantesco tsunami. La multinacional británica Admiral la acompañó en una aventura que, al principio, se apoyó en dos grandes pilares: su fuerte crecimiento en España y un centro tecnológico en Nueva Delhi que había creado la propia Betés. Mapfre entró en el capital de Rastreator en menos de un año.

“Era la oportunidad que tanto había buscado – afirma la directiva – de desarrollar una cultura única donde tanto los trabajadores como los clientes fuesen tratados como auténticos individuos”. No bastaba con ofrecer un servicio excelente ni con centrarse en el consumidor. Betés quería ir un paso más allá.

A partir del éxito de Rastreator, Admiral le encomendó el desarrollo de plataformas parecidas en Reino Unido y Francia, y se comprometió a financiar la expansión internacional de Rastreator poniendo sobre la mesa la misma cantidad de capital que ella fuese capaz de conseguir de otros inversores. “Conseguí 20 millones de euros y ellos aportaron otros 20”, señala. Más tarde, las plataformas que había fundado y desarrollado la directiva se vendieron en 2020 por 500 millones de euros.  

Pero no todas estas aventuras fueron triunfos. En 2015, Admiral unió fuerzas con Mapfre para avanzar hacia grandes mercados como China, Turquía, India y México. “Y de todos ellos – recuerda Betés – realmente solo tuvimos éxito en México. China, por ejemplo, se convirtió en uno de los fracasos de los que más he aprendido en mi carrera”.

“Los fracasos han sido muchísimo más importantes que los éxitos en mi carrera, porque he aprendido mucho gracias a ellos. Sobre todo, a resistir”.

 

Elena Betés, CEO de Dide.org, vicepresidenta de Educación en Red Ventures en Estados Unidos, fundadora de Rastreator y MBA del IESE.

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Los fracasos alimentan

Elena Betés cree que fallar ha sido una de sus mayores “fuentes de inspiración”. Y estas ideas la ayudaron a convertir sus derrotas en grandes impulsos para seguir adelante:

1) Los fracasos me ayudan a entender el futuro del negocio. Son necesarios.

2) Nada empieza ni termina con una derrota. La partida continúa hasta que te rindes.

3) Los fracasos son el pulso que me echa la vida. Un pulso que sé que puedo y quiero ganar.

4) Las derrotas solo te debilitan cuando no aprendes nada. O cuando crees que no tienes nada que aprender.

 

Esto es Real leadership. Gente real: personas que comparten sus valiosas experiencias y las lecciones aprendidas de los errores cometidos.

Una cultura de personas, para personas

Elena Betés recuerda que no le bastaba con lanzar un negocio exitoso o aprender de sus errores. Deseaba, con la misma pasión, crear una cultura que respetase “la autenticidad de quién eres realmente y que promoviese el equilibrio flexible entre la vida familiar y profesional, la convicción de que los obstáculos no son más que desafíos que siempre se pueden superar y la primacía de la actitud sobre la aptitud”.

Cuando llegó el momento de lanzar y expandir Rastreator, lo tuvo claro: “Quería crear una cultura donde todos estuviésemos obsesionados con la excelencia y con ser los mejores, pero sabiendo por qué hacíamos lo que hacíamos, haciéndolo cada uno a su manera y sin ponernos uniforme”. No necesitaban ser iguales a nadie, ni vestirse como soldados, ni quedarse a dormir en el cuartel para sentirse parte de una organización ganadora que compartía sus sueños.

Y esos sueños pasaban por compartir una cultura que no solo animase el talento, sino también una concepción muy concreta de cliente. Y aquí es donde Betés optó por ponerse en primera fila: “Decidí lanzarme a hablar directamente con algunos de nuestros usuarios ofreciéndoles una conversación telefónica con la CEO de Rastreator, donde les pedía que me contasen qué esperaban de nosotros y cómo podíamos ayudarles más”.

¿Pero qué hay de la cultura del liderazgo? ¿Qué ejemplo quería dar Betés a su propia plantilla, a otros directivos y a miles de mujeres, directivas o no, más allá de su empresa?

En este sentido, Betés tiene muy claras sus prioridades: “Demostrar que se puede ser una buena madre, aunque te pierdas en ocasiones algunos primeros dientes, y a la vez una líder disruptiva de una multinacional que lanza productos exitosos al mercado”.

“El modelo de Elon Musk de dormir en la oficina ni es necesario en un mundo donde se puede teletrabajar y automatizar procesos, ni es sostenible para nadie”, añade.

Mientras ejerció de vicepresidenta de Red Ventures en Estados Unidos, trató de nuevo de encontrar la mejor forma de desarrollar talento. Betés es cada vez más consciente de “la necesidad de la diversidad en las empresas” y también del papel que tienen las mujeres a la hora de “marcar la diferencia y crear nuevos mundos y culturas en entornos que hasta hace muy poco eran exclusivamente masculinos”. Debido al apoyo que demostró a esta causa fue galardonada con el premio IWEC (International Women’s Entrepreneurial Challenge) en noviembre de 2022.

En 2023, Elena Betés se ha embarcado en nuevo desafío como CEO de la plataforma tecnológica educativa Dide.org: liderar globalmente la atención a la diversidad e inclusión educativa. Esta herramienta detecta las fortalezas y debilidades del niño, permite identificar problemas de aprendizaje de manera holística y facilita pautas de actuación adaptadas a las necesidades individuales.

IESE Business School ha diseñado mediante la plataforma Women Win un amplio abanico de formaciones y actividades para apoyar a las mujeres en su desarrollo personal y profesional, que como Elena, quieren construir su liderazgo.

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