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Mons. Ocáriz: “El directivo crea las condiciones para que otros trabajen bien y crezcancomo personas"
El Gran Canciller de la Universidad de Navarra en el 50 aniversario del IESE en Madrid
30 de junio de 2025
En el marco del 50 aniversario del inicio de las actividades del IESE en Madrid, Mons. Fernando Ocáriz, Gran Canciller de la Universidad de Navarra y prelado del Opus Dei, ha visitado hoy el campus y se ha dirigido a un auditorio lleno de empleados y antiguos alumnos. En su discurso, ha reivindicado el valor del trabajo como motor de desarrollo humano, social y espiritual, tal como enseñó San Josemaría Escrivá, fundador del Opus Dei, en el año en que se cumplen 50 años de su fallecimiento.
Durante su intervención, Mons. Ocáriz ha subrayado que el verdadero éxito profesional no se mide solo en rankings o resultados económicos, sino también en los “éxitos internos”: aquellos logros que, naciendo del amor y del espíritu de servicio, tienen un valor duradero a los ojos de Dios. “El trabajo bien hecho por amor —dijo— no solo transforma a quien lo realiza, sino también a quienes lo rodean. Es fuente de crecimiento personal y camino de santidad.”
En recuerdo de las enseñanzas de San Josemaría, Mons. Ocáriz ha defendido una visión cristiana del trabajo como medio para mejorar la sociedad y como una vía concreta para vivir la caridad. “El trabajo nace del amor, manifiesta el amor y se ordena al amor”, recordó. En ese sentido, ha compartido una historia de liderazgo vivida en un hospital de EE.UU., donde un médico mostró respeto y aprecio por todos los miembros del equipo, subrayando la importancia de ver a cada persona con dignidad, sin importar su rol.
Dirigiéndose especialmente a los profesionales y profesores del IESE, su discurso ha hecho hincapié en el impacto del trabajo directivo, no solo en términos estratégicos, sino también como generador de entornos donde las personas pueden crecer y florecer. Insistió en la necesidad de formar líderes prudentes, abiertos y con sentido del bien común: “Ejercitar la prudencia —dijo— es clave para tomar decisiones acertadas y para dirigir con humanidad.”
El Gran Canciller de la Universidad de Navarra también ha alertado de los peligros del perfeccionismo sin sentido y del micromanagement, y ha invitado a fomentar entornos de libertad, confianza y desarrollo. “Un directivo —afirmó— no es quien controla cada detalle, sino quien crea las condiciones para que otros trabajen bien y crezcan como personas.”
La visita ha culminado con una llamada a vivir con unidad de vida: integrar la dimensión espiritual en el día a día profesional, de modo que el trabajo no solo sea eficaz, sino también una “ofrenda digna para el Creador”.
La visita del Gran Canciller ha clausurado las celebraciones del 50 aniversario del IESE en Madrid con un encuentro que celebra el legado espiritual de San Josemaría y renueva el compromiso con una visión del trabajo que pone a la persona en el centro de las organizaciones.