Londres, Nueva York y París se reafirman como las ciudades más inteligentes y sostenibles del mundo

La innovación se alza en el denominador común de ciudades de todo el planeta comprometidas con la transformación digital, la salud medioambiental y el impulso empresarial.

• Las tres megaciudades Londres, Nueva York y París se consolidan en el podio de las urbes más inteligentes del mundo. Las ciudades españolas mejor posicionadas son Madrid (20) y Barcelona (29), según el nuevo Índice IESE Cities in Motion.
• La novena edición de este ranking mundial evalúa por vez primera la cantidad de empresas unicornio y corporaciones de la lista Fortune Global 500 por ciudad.
• Melbourne lidera el camino hacia las ciudades biofílicas, tras crear un oasis de biodiversidad en medio del núcleo urbano.

Las ciudades son organismos complejos y dinámicos. Aunque puede ser fácil reconocer una ciudad de primera categoría nada más verla, cuesta más determinar qué la hace extraordinaria, tanto para los negocios como para vivir en ella.

Con este fin, desde hace una década el IESE elabora el Índice Cities in Motion, dirigido por los profesores Pascual Berrone y Joan Enric Ricart. En la actual edición analiza 183 ciudades –entre ellas, 85 capitales– de 92 países.

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El ranking identifica las claves que hay detrás de una ciudad de categoría a nivel mundial, capaz de atraer y retener el mejor talento y promover el desarrollo económico y cuidado del medioambiente. Todos estos indicadores contribuyen a crear ciudades sostenibles, justas y habitables, preparadas para hacer frente a las crisis económica y climática.

Europa y Norteamérica acaparan los primeros puestos. Cinco ciudades de las diez primeras del ranking son europeas: Londres (1), París (3), Berlín (5), Oslo (7) y Ámsterdam (8). Otras tres se encuentran en Estados Unidos: Nueva York (2), San Francisco (9) y Chicago (10). Completan el escalafón dos ciudades asiáticas: Tokio (4) y Singapur (6).

Por debajo del top 10, Europa domina las 50 primeras posiciones con más de la mitad de las ciudades en este intervalo (un total de 26), seguida de Norteamérica, con 14 ciudades. El resto de posiciones se las reparten Asia (Tokio, Singapur, Seúl, Pekín, Taipéi, Hong Kong y Shanghái) y Australia (Melbourne, Sídney y Canberra).

Los países en vías de desarrollo siguen luchando por entrar en los primeros puestos. Las ciudades latinoamericanas mejor posicionadas son Santiago de Chile (91), Buenos Aires (115) y Montevideo (119). En África, Ciudad del Cabo (141) encabeza la lista.

Las 10 mejores ciudades del mundo

1. Londres
2. Nueva York
3. París
4. Tokio
5. Berlín
6. Singapur
7. Oslo
8. Ámsterdam
9. San Francisco
10. Chicago

Indicadores de calidad urbana

Los estudios indican que las ciudades de calidad no son solo agradables para vivir, sino que también son buenas para las empresas. ¿Qué hace que una ciudad sea de calidad, o “inteligente”?

Cada metrópoli es única. Mientras que una puede despuntar en términos de gobernanza o economía, otra puede ser líder mundial en movilidad y transporte. El Índice IESE Cities in Motion clasifica a todas ellas a partir de 114 indicadores, agrupados en nueve dimensiones clave.

• Capital humano. Sus indicadores incluyen desde el nivel educativo de la población hasta el acceso a la cultura.
• Cohesión social. Integra indicadores como la protección de los grupos vulnerables, el desarrollo comunitario y la asistencia sanitaria.
• Economía. Se valora el PIB actual y estimado, las actividades innovadoras y, por primera vez, el número de empresas unicornio y de corporaciones de la lista Fortune Global 500.
• Gobernanza. Comprende la calidad de las intervenciones del Estado.
• Medioambiente. Puntúa los niveles de contaminación, la calidad del agua y otros indicadores de la vitalidad de los ecosistemas y la vulnerabilidad climática.
• Movilidad y transporte. Además de contemplar la facilidad de los desplazamientos y el acceso a los servicios públicos, tiene en cuenta la cantidad de bicicletas y la longitud del sistema de metro, indicadores de la inversión de una ciudad en sus ciudadanos.
• Planificación urbana. Analiza las infraestructuras sanitarias, los servicios de saneamiento y las políticas de vivienda, así como los proyectos de inteligencia artificial que fomenten el crecimiento y el bienestar urbano.
• Proyección internacional. Evalúa desde la imagen y el reconocimiento internacional de la ciudad hasta su oferta turística mediante estrategias como la organización de conferencias internacionales, la oferta hotelera y el índice de precios de restaurantes.
• Tecnología. Puntúa el uso inteligente de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC), la disponibilidad de la banda ancha y el porcentaje de hogares con ordenadores personales y teléfonos móviles.

Los resultados más recientes pueden explorarse en este mapa interactivo, en el que, además, se pueden comparar las características de las ciudades y profundizar en las puntuaciones alcanzadas en cada una de las dimensiones. El mapa se acompaña de la calculadora del Índice Cities in Motion (CIMI, por sus siglas en inglés), una herramienta que permite al usuario introducir datos de indicadores de cualquier ciudad y descubrir cuál sería su clasificación en función de esas entradas. La calculadora también resulta útil para observar cómo puede variar la clasificación de una ciudad a medida que cambian sus datos.

Cómo convertirse en una ciudad de primera categoría

Las ciudades son organismos que albergan tanto espacios públicos como privados y ofrecen servicios a grupos diversos, desde residentes hasta visitantes. Dada su complejidad, es comprensible que no siempre acierten en sus propuestas, pero son muchas las áreas en que implementan enfoques innovadores para mejorar la calidad de vida y estructura urbana. A continuación, algunos ejemplos relevantes a nivel mundial:

Ciudad del Cabo, nº 1 en África. La segunda ciudad más grande de Sudáfrica ocupa el puesto 141 en el ranking. Pese a su baja posición, demuestra su compromiso por mejorar la habitabilidad, al facilitar el acceso a la información, proporcionar wifi gratuito en sus autobuses urbanos y utilizar datos en tiempo real para potenciar los servicios de emergencia y vigilancia.

Edimburgo, nº 1 en cohesión social. Su incremento demográfico no le ha impedido destacar en iniciativas sociales. La capital escocesa ha llevado a cabo una serie de propuestas innovadoras. Una de ellas es la creación de un centro de operaciones que gestiona los datos de la ciudad en tiempo real 24/365 y permite optimizar desde la gestión del tráfico hasta las respuestas a desastres, así como reducir su huella de carbono.

Hong Kong, nº 1 en tecnología. Destaca por su constante apuesta por la transformación digital, con iniciativas como iAM Smart y aplicaciones para el rastreo de la COVID-19. Ambos ejemplos ilustran cómo la tecnología inteligente puede enriquecer la experiencia diaria de los ciudadanos.

Melbourne, nº 1 en Oceanía. La segunda ciudad de Australia es líder en diseño biofílico, un enfoque que integra la naturaleza en el tejido de la vida metropolitana y busca crear oasis de biodiversidad en él. Además, ha puesto en marcha iniciativas sostenibles e inteligentes como Data in the Park, un proyecto que analiza las interacciones y los comportamientos en el espacio público para mejorar su gestión y mantenimiento y diseñar futuros espacios verdes.

Santiago de Chile, nº 1 en Latinoamérica. La capital chilena ha superado su reto formulado en 2017 de electrificar una cuarta parte de su flota de autobuses, al cerrar 2023 con 7.000 unidades eléctricas, el 30% de la flota. Esta y otras iniciativas verdes han reducido en un 70% el número de días con mala calidad del aire en los últimos diez años.

El factor humano resulta fundamental en el desarrollo de las ciudades. Los autores advierten que, aunque muchas sean “inteligentes”, necesitan una estrategia bien definida y una sociedad participativa para mantener y superar su estatus.

Sostienen, además, que las ciudades deben “diseñar un plan propio, establecer sus prioridades y ser suficientemente flexibles para adaptarse a los cambios”. No obstante, apuntan buenas prácticas que son replicables. Por ejemplo, dar prioridad a la innovación y la adopción tecnológica para afrontar los retos, abordar problemas económicos como la inflación y el aumento del coste de la energía, buscar el equilibrio entre crecimiento económico, justicia social y sostenibilidad, y aprender los unos de los otros. Muchos proyectos urbanos de éxito y experiencias en todo el mundo pueden adaptarse a las realidades locales.

+INFO:

Lee el informe completo “Índice IESE Cities in Motion 2024”.

Explora el mapa y la calculadora del Índice Cities in Motion.

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